"No hay que educar, ni educarse. Hay que hacer, y construir porque tenemos necesidad, de curiosidad, de inventar, a cada rato y a cada instante. Y destruir, ésta sociedad mal hecha, estructurada para la consecución dominante, entre amos y esclavos, entre sabios e ignorantes. En éste contexto dominante buscamos en la educación una forma de movilidad social, de apreciación social, de integración cultural, para participar en la sociedad, o para formar parte del núcleo consumista, o de quién tiene conocimiento posee más control y dominación hacía otros.
Así nos han educado, durante los últimos 200 años. Desde la Era Industrial hasta la fecha, ha sido única y exclusivamente para el desarrollo de la sociedad, y no para el desarrollo del cuestionamiento propio... Hasta que punto, dando lo anterior podemos construir algo que no contenga los principios tradicionalistas caducos de la educación. En donde no exista una aula, un horario, una metodología, un profesor, un amo, y unos esclavos. De que manera, los anarquistas pueden interceder sin controlar la situación, y cómo, quemamos la idea por muy tentativa y humanitaria que se transforme o se tensione, no configure los próximos siervos de la sociedad."
Páginas: 68
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